Tras la frustración que representó Hamburgo, me encuentro de nuevo en la capital, a un Barrio del Norte llamado Prenzlauer Berg. Fruto de este periodo se presentará durante la primavera de 2012 en Barcelona, la Exposición Mondsuchtige Reise (viaje sonámbulo), consistente en diferentes telas que ilustran este segundo periodo.
El protagonismo de la ciudad se va diluyendo, las cosas que me impactaron por primera vez dan un paso atrás frente a las obsesiones y los miedos particulares que aparecen en las frías noches de Berlín.
Estos miedos, provienen por una parte de un desengaño personal y un sentimiento de desamparo por el otro, la sensación de que me han sacado la red de protección que miraba con el rabillo del ojo.
La pintura española más célebre me sirvió de punto de partida y apoyo. Los cuadros pintados en este período, se esfuerzan por expresar la sensación de desengaño hacia la capacidad que tenemos de afrontar los retos que nos encontramos en medio del camino, dónde se vierte nuestra frustración sobre la debilidad de los demás. Creo que esta sensación se puede reconocer en el Tríptico de la Envidia o de Christburgerstraße.
Sin embargo, estas atribuciones sólo corresponden al espectador, quizás encuentren esta sensación, o quizás otras, que provendrán de sus propias experiencias.
Berlín, 4 de abril de 2012.